Por mi. Porque sí, y porque yo lo valgo.

Con todo mi desprecio se lo dedico a quienes, desde Madrid, desesperan al intentar verme mal. Mentes enfermas en cuerpos que enfermarán. Lástima de vida aliñada entre cólera y resentimiento mientras mi vida me sonríe desde que me alejé de su nefanda compañía.
Miradme. Miradme bien.

Mejor me veréis. Me gusta verme guapo. Me siento guapo por dentro y por fuera.
Vuestra fealdad espiritual y de valores me engrandece y me hace mejor día a día.

Leedme, leedme bien.
A los que les venga el guante, que se lo planten.