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Surf en Tarifa con música de Freedy Johnston - Bad Reputation

I know I've got a bad reputation, And it isn't just talk, talk, talk. If I could only give you everything, You know I haven't got. I couldn't have one conversation, If it wasn't for the lies, lies, lies. And still I ought to tell you everything, 'Till I close my eyes. Suddenly I'm on the street. Seven years disappear below my feet. Been breaking down. Do you want me now? Do you want me now? Suddenly I'm down in Herald's Square, Looking in the crowd, your face is everywhere. Been turning around. Do you want me now? Do you want me now? Don't try to be an inspiriation, Just wasting your time, time, time. You know about the best I'll ever be. I see it in your eyes. I know I've got a bad reputation, And it isn't just talk, talk, talk. If I could only give you everything, You know I haven't got. Suddenly I'm on the street. Seven years disappear below my feet. Been breaking down. Do you want me now? Do you want me now? Suddenly I...

Patria. De Aramburu.

Me apellido Aizpurua y Carrero. Por mis venas, sin haberlo elegido, circula un 50% de sangre vasca. Mi madre es natural de Hernani, y toda su familia de San Sebastián. Durante mis años en Madrid he vivido atentados de ETA muy cerca. El de la casa cuartel de la Guardia Civil en la calle Guzmán el Bueno, a menos de 500 metros del bar donde ponía música esa misma noche, Ricorda. Los lanzagranadas que dispararon contra el Ministerio de Defensa se lanzaron desde la calle donde reside mi hijo, Profesor Waskman, a menos de un kilómetro y medio de la casa de mis padres. El tremendo atentado en la Plaza de la República Dominicana también me cogió muy de cerca. Por aquel entonces yo vivía, creo recordar, en un ático en el Paseo de la Habana. En la cárcel que visito a menudo, en Algeciras, aún pagan su condena numerosos etarras muy lejos de su tierra. Y vienen sus familiares de visita, al igual que los familiares de las víctimas las visitan de forma habitual en los cementerios.

Patria, de Aramburu, hace reflexionar. Nos invita a contemplar un conflicto sin resolver, desde un punto de vista cotidiano, íntimo, vecinal y familiar. Muy personal en cualquier caso. No hay dos conceptos de Patria iguales, al igual que no habrá dos lecturas iguales. Recomendable, sin duda.