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Collado refugio de Lanjaron Ventura Cadena 2800 mts jul 2025

El pasado sábado hice una de esas rutas que te reconcilian con la montaña. Salí desde Lanjarón con el objetivo de llegar al Refugio Ventura y al Collado – Refugio Lanjarón, una caminata exigente pero espectacular, ideal para quienes buscan algo más que un simple paseo por el campo. La ruta, que puedes ver en Wikiloc, comienza en la parte alta de Lanjarón. Desde el primer momento el sendero te adentra en la naturaleza más salvaje de Sierra Nevada, subiendo con decisión entre pinares, barrancos y senderos de alta montaña. Uno de los momentos más especiales fue llegar al Refugio Ventura. Aunque es un refugio básico, tiene ese aire solitario. El entorno, las vistas, la sensación de estar "fuera del mundo" durante unas horas… Todo eso hace que merezca la pena el esfuerzo. Poco después continué hacia el Collado y Refugio Lanjarón, donde las vistas se abren hacia el valle, y si tienes suerte y el día está claro, puedes ver hasta el mar. En total fueron unas 8 horas de ruta, con tram...

¿Será posible que yo un día vuelva a amarte?

Él esta tumbado, medio tirado en el sillón. La camiseta sin mangas, deja notar una enorme barriga cervecera. Con los pantaloncitos cortos y las zapatillas de dedo, sus peludas piernas descansan sobre el cojín del suelo. La barba no afeitada del fin de semana, el brillo del sudor en su cara y el poco pelo que le queda despeinado, terminan de describir la estampa.

En la mano, una cerveza. En la otra, el mando del televisor. En la mesa, dos latas de cerveza ya vacías, el cenicero lleno y un plato con cáscaras de cacahuetes. El cigarrillo, colgando de la comisura de la boca. Viendo el partido de fútbol en la televisión, apenas dice ni hace nada si no es para acordarse de la familia del árbitro.

Ella sale de su habitación, monísima, guapa, elegante, arreglada y perfumada, pasa por delante de él cuando le pregunta:

- ¿Adonde vas tan empingorotada?

Ella le contesta:

- A dar un paseo con mis amigas

Antes de salir por la puerta, se detiene un momento, se queda mirando el lamentable cuadro y se hace, en alto, esta pregunta:

- ¿Será posible que yo un día vuelva a amarte?

A lo que él, sin apartar los ojos del televisor, responde:

- Y tú, ¿cuándo cojones has estado en Marte?

Enviado por Erick, desde Madrid. ¡Un abrazo!