Cuando escucho al presidente de una comunidad autónoma que dice, sin tapujos, que en la suya hay más pensionistas que cotizantes no puedo pensar otra cosa.
Esos pensionados, los de las paguitas y pensiones, son a los que financian y tienen acceso al crédito y al consumo. Somos los pocos que quedamos trabajando, aventurándonos cada día a ir un poco más allá, aún a sabiendas de no recibir nada, o de incluso perder, los que cotizamos cuando podemos, los que nos inventamos trabajos aún donde no haya… somos los que no tenemos acceso a nada, ni la ayuda de nadie, ni el apoyo… pero a los que nos asfixian con la presión fiscal más agobiante. Supongo que lo que nos atrae es la adrenalina de la aventura diaria de vivir.
¿Hasta cuándo? Desafortunadamente no podemos reiniciar. Vivimos en inmersos en un modelo que no promueve la creación de empleo ni la apertura de empresas. Que no beneficia al autónomo, que antes de trabajar ya ha de cotizar, y que solo incita a la picaresca, el fraude y la búsqueda de la pensión y de la paguita bendita.
Pero digo yo… ¿quién la va a pagar?
Vamos a reconocerlo. Hemos cometido un gravísimo error de sistema.