Ay pena, penita, peeeenaaaa, peeeenaaaaa...

No busques tu carencia de felicidad en la felicidad de los otros, siempre acabarás perdiendo.
Hay que ser feliz, cojone, y no lamentarse tanto. Qué pérdida de tiempo y dignidad, por favor.

Hay que ser feliz o morir en los intentos. Quejarse es de cobardes.