En portada

No es un perro de agua

Era un Doberman, lo lavamos y encogió.

Hasta que me canse.

Preciosa la revista de 140 páginas que he terminado, mientras otros pasan el rato publicando vídeos de musiquita y frases de esas filosóficas con mensajes directos a un corazón de nosequién. Cuánto filósofo melancólico-aburrido y lastimero anda suelto por Facebook. Tiene que haber de todo, digo yo. Yo seguiré imaginando y creando.