Respeta, si quieres que te respeten.

Sé respetuoso con todas las religiones. Todo ser humano está en el derecho de escoger su propio camino. Respeta la libertad religiosa de los demás, de la misma manera que deseas que respeten la tuya. No discutas ni quiera sacar a los otros del camino en que se encuentran, a menos que te hayan llamado precisamente para ello.