De Joan Brady. Cuando me encontré con esta fábula (no podemos llamarla libro, ya que apenas son 68 páginas) desconocía que era una obra de la misma autora de "Dios vuelve en una Harley". Con pocas ganas lo abordé, he de reconocerlo. Ha resultado entretenido, simpático, pero con una dosis moralizadora y de autoayuda que me produce rechazo y me repele un tanto.
Una tarde de sofá y playa me ha durado. Ha merecido la pena su lectura.
Una tarde de sofá y playa me ha durado. Ha merecido la pena su lectura.