Si haces un film sobre Han Solo y en el reparto incluyes a Emilia Clarke y Woody Harrelson, estás obligado a hacer un peliculón, y no una precuela mediocre de la saga. Esto es lo que pasa con esta película. Con un tono de coña generalizado, banalizan el orígen de este imprescindible protagonista, de su encuentro con Chewbacca, de cómo consiguió hacerse con el mítico Halcón Milenario y, lo peor de todo, banalizan el orígen de los rebeldes y de la rebelión. El reparto, exceptuando a Emilia y Woody, es horrible. Incluyen hasta a Willow (!)