Hoy quiero hablar del Amor como una de las variables, sino la variable fundamental para crear Buena Suerte.
Amar, por un lado, es la voluntad de comprender la singularidad del ser amado, de lo amado y sus circunstancias.
Amar es cuidar, y el resto son palabras. Es decir, ¿puede alguien crear Buena Suerte si no cuida lo que tiene? Y el cuidar, nos lleva a una dimensión fundamental y es que los actos se convierten en las palabras que dan consistencia a lo que hacemos. Las cosas no se dicen, se hacen, porque al hacerlas se dicen solas.
Y amar es inspirar, inspirar para que lo amado pueda realizarse, pueda encontrar un sentido a la vida especialmente cuando esta no lo tiene, pueda mejorar su confort, su calidad de vida, su realización, su saber.
La conjugación de estas tres fuerzas es, a mi modo de ver, como se traduce la intención de amar, como se conjuga el verbo amar.