Anoche terminé el último libro de Javier Reverte, (que en paz descanse), mi autor de literatura de viajes favorito. Lo hice con un nudo en la garganta al ser consciente de que era la última vez que viajábamos juntos a través de unas cuantas páginas.
Desde Valsaín hasta el Congo y Alaska, el mundo se nos ha antojado pequeño.
Gracias por todo maestro y buen viaje.