Con Anthony Hopkins como el papa Benedicto XVI y Jonathan Pryce como el cardenal Jorge Mario Bergoglio, actual Papa Francisco. Interesante y bien ejecutada.
Soy un defensor del papel social y benéfico de la iglesia, y firme detractor de los dogmas anacrónicos y de los errores cometidos por ella a lo largo de la historia.
Vedla y me contáis. Merece la pena.