Acabo de terminar la lectura de El libro de John Krakauer "Mal de altura" que narra el drama sucedido en el Everest en mayo de 1996, donde fallecieron gran parte los integrantes de dos expediciones. La importancia de los guías y más aún de los sherpas, los errores en las decisiones, el mal tiempo y la mala suerte hicieron de esta una de las tragedias más importantes que se ha cobrado la cima más alta del mundo. A través de sus páginas he podido conocer las figuras de Scott Fisher, Rob Hall o Anatoli Nikoláyevich Bukréyev, pioneros en la organización de viajes y guías de expediciones de alta montaña que fallecieron en este funesto intento de coronar la cima.
Sus cuerpos aún descansan en el Everest y en el Annapurna.