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Hoy hace tres años que se fue mi madre

No puedo sentirme triste. Ella y mi padre siguen presentes en mis días a través de los principios y valores que supieron transmitirme, y que procuro seguir siendo fiel a ellos. La familia que formaron para ellos fue lo más importante. En unidad siempre hemos afrontado los momentos difíciles juntos. Fomentar esa la unidad frente a la diversidad y la individualidad nos hace mejores personas. Precisamente porque es difícil. Ambos se fueron viendo a su familia unida. Felices. Tranquilos. En paz. Ahora, por lo que mi respecta, me siento en la obligación de fomentar, de abonar ese cariño y ese amor ya no por mí, sino por los numerosos sobrinos de los que disfruto, y de los nietos que estén por llegar. En muchas ocasiones, aunque ya no estén, les agradezco que mi vida sea maravillosa aún con muchas dificultades. Así es, porque la resiliencia y la manera de afrontar lo bueno y lo malo me la demostraron sólo con su actitud. Hoy no tengo miedo del devenir. Qué importante es eso. Tres años ya, có...

Por aquí suele llover mucho.

Parece que esta noche sí que ha caído agua porque el cauce del Río Pícaro y del Arroyo de la Marchenilla bajan con mucho caudal. En otras ocasiones he visto que la fuerza y la intensidad del agua ha sido mayor y ha coincidido con marea alta, hasta el punto que hace dos años rompí el motor de un coche porque se inundó.