A un par de días de subir al Mulhacén, y sin pensarlo dos veces, volvimos a comprar los billetes, subimos la vieja X8 en el ferry y pasamos unas post navidades muy originales en Tánger.
Recorrimos la costa norte de Marruecos, el Instituto Cervantes, el colegio español, la medina, Cabo y barrio Malabata y el imponente puerto, que impresiona a simple vista.
El temporal nos obligó a retornar por Tanger Med. El viaje nos regaló las vistas de la costa española, con Algeciras, Tarifa, Bolonia, Zahara y Barbate en el horizonte.
Una suerte de escapada a Tánger y a Alcazarseguir en Navidad. Y una suerte que mi chica me acompañe en mis locuras. No sería igual sin ella.