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Tarifa sin sol, sin público y sin pamplinas.

A pesar del fuerte viento de levante, (uno de los días más complicados), he ido con mis perras a Tarifa, a la zona del Arte y Vida donde, gracias al pinar, se puede estar un poco resguardado. He llevado la Nikon D90 y el Nikkor 80-200 mm por si acaso, y me he traído unas cuantas fotos de la "Tarifa surfera" de verdad. Sin sol, sin público y sin pamplinas.

Tarifa en abril es puro contraste.

El cielo, cubierto de nubes, filtra una luz grisácea que lo envuelve todo en una atmósfera irreal. El viento no falla, las cometas de kite surcan el aire y los riders vuelan sobre el agua. Las olas rompen con fuerza, los surfistas esperan.

Un lienzo en tonos fríos donde sólo la magia pone una nota de color. Gracias a mis perras por obligarme a dar estos paseos.